domingo, 17 de agosto de 2014

El periodismo y yo.

(La primera de las muchas partes.)




Las oraciones que siguen, van y vienen por mi cabeza hace rato. El tema en sí, muchos meses antes de pensar en este texto.
Yo siempre necesite saber como veía al periodismo, que era ser periodista para mí, así saber si podía verme ahí, inmersa en ese mundo.

Y la verdad es que voy y vengo.

 A veces tengo una mirada tan crítica sobre lo que veo y puedo analizar del periodismo que busco sin parar otras cosas en que ocuparme dentro de la comunicación.

Otras veces creo que adquirí ciertas habilidades por años para terminar justo acá. Como por ejemplo: mi poder de observación, escucha y de hacer preguntas. Más de un profesor  elogio mis preguntas inteligentes (¡ojo! lo de las preguntas inteligentes es como las catalogaban ellos. Yo nunca diría eso de mis propias preguntas) a lo largo de mis carreras. El día que Estela de Carlotto encontró a su nieto, mientras miraba un noticiero comprendí que no iba a poder hacer tele. No entendía como se podía dar una noticia así sin emoción, porque yo lagrimeaba mientras escuchaba el encuentro con el nieto 114. 

Yo iba a necesitar la libertad de emoción del texto, el poder de escribirlo despacito mientras esperaba las palabras correctas, no tener la preocupación del feroz minuto a minuto, no cargar con que me "obliguen" a preguntarle a alguien qué se siente,luego que le hayan matado a un ser querido por el morbo televisivo.

A veces me enojo y me pregunto: ¿Acaso nadie entendió que la mejor noticia no es la que se cuenta primero sino la mejor contada? ¿y el respeto?¿y la ética? ¿Cómo puede ser que no se respeten ni a ellos mismos-los periodistas- preguntando eso? 

Entonces voy y vengo, aunque mi primera opción sea el periodismo siempre.

 Y tengo suerte, es la verdad, de que siempre ella me recuerde o diga cosas en el momento justo, aunque seguro ni sabe que es el momento justo. Escucha mis muchas preguntas, como el día que le pregunte qué era ser periodista, y escribió una respuesta que me dejo más que convencida. Pero voy y vengo, no lo olviden... Casi dos meses después de ese post-que imprimí y lo tengo en mi carpeta de papeles importantes esperando tener el titulo para guardarlo con él-, le cuento que espero que me salga un viaje, que ni se si va a salir pero ya en mi cabeza dan vueltas oraciones para ese texto, y afirma que "ese texto" -como yo lo llamo- va a ser mi primer gran crónica dando por sentado que voy a estar en ese lugar, y que tengo el temple necesario para chocarme con tamaña realidad .Lo afirma cuando mi gran pregunta estos días es justo esa: ¿Estoy realmente preparada para hacerle ese frente a la realidad?
Así, como por arte de magia, me vuelve a convencer otra vez, volviendo a jugar en la vereda del periodismo, una y otra vez.






4 comentarios:

  1. Bonita! Qué loco que varios años después tomes la posta de la saga "El Periodismo y yo"!
    Vas a ser una muy buena profesional.
    Besos.
    c.

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    1. Lo loco es elegir un titulo así, porque era el y yo en un momento de reflexión y que me cuentes con esto de la saga. Ya fui a investigar.

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  2. Hay tantos tipos de periodistas como voces. Vos tenés la tuya que es linda de escuchar, de leer. Y seguramente cada vez suene más fuerte. Mientras tanto es un placer seguir por acá y acompañarte en el camino!
    Besos. Que tengas un lindo día de sol!

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  3. Hola Georgi!
    Creo que en ese camino oscilante uno va viendo las cosas una y otra vez, y siempre se descubre algo nuevo. Todas las experiencias que transitamos, las actividades que hacemos, nos van dejando cosas que nos nutren en las formas más diversas. Yo escribí hace unos días que este año descubrí que los aprendizajes de corta duración son tan lindos e importantes como los de larga duración; tremendo descubrimiento para mí, que siempre me hciieron creer lo contrario (y yo me lo creí)!!!
    Ojalá salga ese viaje!!!!
    Beso grande y hermosa semana!!! :o)

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